Un internista es un trabajador del conocimiento
médico capacitado para identificar y gestionar de la
mejor manera posible los problemas clínicos de un
paciente, ofreciendo el mejor recurso disponible para
cada momento, tanto técnico como humano, con el
objetivo de mejorar al máximo la vida del enfermo.
En esta oportunidad la Revista Beauty Health Py,
tiene el privilegio de conversar con el Dr. Fernando
Usher, quien nos brinda importantes datos sobre su
carrera como médico y su especialidad.
¿Cómo fueron sus inicios en la medicina? Y, ¿La orientación por la medicina interna?
Inicié este desafiante periplo en las aulas de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Itapúa desarrollando las fases pre-clínica y clínica de mi formación de grado. Así mismo, en el Hospital Regional de Encarnación para las prácticas, talleres y cursos. Mi orientación por la
especialidad de Medicina Interna nace al iniciar las prácticas en el hospital, recorriendo las salas de internados y los pasillos.
¿Cuál es su función como médico internista?
Ejercer la profesión utilizando un método de trabajo para el cuidado y la preservación de la salud de mis pacientes contemplando los aspectos físico, psíquico, mental y social, a la luz de últimas actualizaciones de las ciencias médicas. El internista trata al paciente en un contexto holístico, no
solamente su problema de salud.
¿Qué enfermedades trata el médico internista?
Enfermedades agudas y crónicas del adulto. Situaciones que comprometen la vida a un cortísimo plazo como aquellas que producen un progresivo y sostenido deterioro del normal funcionamiento del organismo.
¿Cuándo se debe acudir a un médico internista?
Medicina Interna es una especialidad de atención primaria. Ante problemas de salud complejos, el internista plantea un diagnóstico, valora la severidad del cuadro, instaura un tratamiento y hace el correspondiente seguimiento aunando esfuerzos con otros especialistas, deriva a otras instancias según la evolución del paciente.
¿Cuál es la diferencia entre medicina general y la medicina interna?
Los médicos generales se abocan a la atención de población pediátrica y adulta, en la evaluación inicial, diagnóstico y tratamiento. Los internistas nos concentramos en la población adulta, utilizando un método de trabajo
sistematizado y protocolizado, acorde a la evidencia científica y al contexto sociodemográfico de la población que atendemos.
¿La medicina interna es fundamental para que los hospitales funcionen bien?
Es fundamental pues constituye el primer eslabón en la detección, tratamiento y seguimiento de pacientes con problemas de salud complejos. El trabajo del internista es fundamental además para optimizar los recursos humanos, técnicos y económicos si hablamos en términos de salud
pública.
¿Que ofrece la medicina interna?
Ofrece la atención integral del enfermo, no solamente de la enfermedad. Propone un modelo de atención que incluya todos los determinantes de la salud, pues es bien sabido que el pleno bienestar es mucho más que la ausencia de signos y síntomas de enfermedad.
En la actualidad estamos atravesando por uno de los momentos más críticos de la Pandemia del Covid-19, y además de terapias y medicamentos, ¿qué es lo más necesario en los hospitales?
Capital humano bien capacitado y con un alto compromiso con la salud de nuestros conciudadanos. El talento humano es insustituible a la hora de hacer frente a problemáticas tan desafiantes como esta pandemia.
¿Cómo profesional cuál es su opinión sobre las desigualdades sociales en la salud pública nacional y regional?
En el marco de la pandemia, nuestros hospitales crecieron en recursos humanos, materiales y técnicos. En los estamentos del gobierno se deben fortalecer las políticas de salud pública que posibiliten el acceso a la salud de todos los paraguayos/as. Personalmente, creo que ese camino lo estamos transitando, valorando el incremento en la demanda de los servicios y del crecimiento poblacional.
¿Cuáles son los desafíos más difíciles que ha enfrentado dentro de su carrera profesional?
Sin lugar a dudas la pandemia COVID-19 representó el mayor desafío.
¿Desde el inicio de la Pandemia del Covid-19, ¿cuáles fueron los retos más difíciles para usted como médico y como los ha confrontado?
Abordar una enfermedad emergente, de impacto mundial, con múltiples presentaciones clínicas, una evolución tan variable exige mucho esfuerzo intelectual y humano, utilizar apropiadamente los recursos disponibles y acompañar al paciente y a sus familiares en todas las fases de la enfermedad. Muchas veces la evolución no fue la esperada y eso caló hondo en lo personal y en el grupo de trabajo. Los confrontamos con calidad científica, con un enorme sentido de pertenencia a nuestra comunidad, con
verdadero compromiso con nuestra misión asistencial.
Se ha aplicado la vacuna o lo haría? y, ¿Qué opina sobre ello?
Me apliqué dos dosis Sputnik V, una dosis Pfizer BioNTech. Es fundamental la inmunidad adquirida que proporcionan las vacunas para evitar el desarrollo de las formas severas de la enfermedad. Las publicaciones de revistas científicas de referencia, declaran la efectividad de estas nuevas vacunas, contemplan los efectos adversos y determinan claramente los usos
y contraindicaciones de las mismas.
Paradójicamente en la era de la información, hay mucha desinformación, y se expande irresponsablemente versiones que nacen de las redes sociales, videos de plataformas conocidas que no tienen el rigor del método científico, que no cumplen con los estándares para poder ser propuestos y considerados como estrategia para enfrentar este problema de salud mundial, que tiene además impacto en el escenario político y económico global.
¿Cuál ha sido la experiencia más reconfortante en su carrera o algunas de ellas?
La recuperación de un padre, de una madre, de un hijo o hija. Lo más gratificante es la posibilidad que nos da esta profesión de hacer una intervención significativa y positiva en la vida de nuestros pacientes. La pandemia enlutó a muchas familias, nos castigó y nos quitó demasiado.
Posterior a esto tendremos otra perspectiva y ojalá una nueva conciencia sobre nuestro valor en este mundo.
¿Tiene proyectos profesionales actualmente?
El proyecto principal es seguir creciendo en conocimiento y experiencia. Contribuir con mi trabajo al buen engranaje del sistema de salud pública y en mi actividad privada, brindar ese modelo atención integral de la salud a todos mis pacientes.
¿Algún mensaje importante como profesional de primera línea?
El lavado correcto de manos, la etiqueta de la tos, acudir a los vacunatorios. Confiar en la ciencia, históricamente las grandes pandemias derivaron de nuestras malas prácticas en la higiene personal, en el manejo y conservación de alimentos, el mal control de plagas y vectores, la disposición de residuos y desechos, la contaminación de aguas y la deforestación. Un cambio profundo que ya no podemos procrastinar nos deja como enseñanza estos duros años que hemos pasado.
”Confiar en la ciencia, acudir a los vacunatorios. Un cambio profundo que ya no podemos procrastinar nos deja como enseñanza estos duros años que hemos pasado”