En los últimos años fueron disminuyendo las enfermedades infecciosas (hepatitis, varicela, desapareció la viruela, tuberculosis, fiebre reumática), pero fueron aumentando las enfermedades autoinmunes y crónico – degenerativas (esclerosis múltiple, diabetes mellitus 1 y 2, autismo, enfermedad de Chron, asma, etc).
Los intestinos albergan el 70% del sistema inmune, son órganos inmunológicos por excelencia. Están recubiertos por una mucosa, y debajo se encuentran unas vellosidades encargadas de absorber los nutrientes y otras sustancias. Todos estos componentes forman la barrera intestinal, que es una barrera bioquímica, biomecánica e inmunológica. Es como una frontera que controla lo que entrará desde la luz de intestino a la sangre, a la circulación y al hígado.
Una de las principales funciones de la barrera intestinal es la de regular la inflamación del organismo. La inflamación es la principal causa de la mayoría las enfermedades.
La microbiota intestinal está formada por virus, bacterias, hongos parásitos que conviven con el ser humano,principalmente en el colon. Se encuentran sobre la mucosa intestinal, son como una primera barrera que está en la superficie y tienen también un papel muy importante en la inmunidad intestinal.
A la inmunidad innata y adquirida se le suma la microbiota intestinal. Influye en el 50% de rutas metabólicas de nuestro cuerpo,en la absorción de nutrientes,en la digestión de nutrientes y en un sinnúmero de reacciones de nuestro cuerpo.
La microbiota nativa normal es una importante moduladora del buen funcionamiento del sistema inmune. Es muy importante mantener el equilibrio entre las bacterias del intestino, la mucosa, las células de la pared intestinal y las células inmunológicas. Este equilibrio se denomina EUBIOSIS.
Cuando hay un desequilibrio de estas bacterias, que puede deberse a la alimentación inadecuada, al estrés, a medicamentos (como antibióticos), falta de actividad física,etc,se puede producir una DISBIOSIS,que es un desequilibrio entre las bacterias de nuestro organismo. Esto puede producir un SINDROME DE INTESTINO PERMEABLE. Este ocurre cuando se forman
orificios más grandes en el revestimiento de los intestinos y las partículas nocivas escapan a través de pequeñas aberturas hacia el torrente sanguíneo.
Si el intestino no funciona bien, tampoco lo hará la regulación de la inflamación, y puede desencadenarse una inflamación crónica. La inflamación está relacionada con las enfermedades autoinmunes como asma, alergia, artritis, diabetes tipo 1 y 2, colon irritable, hígado graso no alcohólico, aterosclerosis, obesidad,cáncer de colon,entre otras.
Por lo tanto, se debe fortalecer y curar el intestino. Esto lo hacemos con una buena alimentación variada y rica en fibras, eliminando alimentos que pueden estar causando la inflamación , reparando el intestino y reintroduciendo bacterias buenas ya sea en forma de probióticos o alimentos fermentados.
Al tratar el intestino de personas con predisposición a enfermedades autoinmunes como lupus, artritis, enfermedad celíaca, entre otras, se puede mejorar los síntomas e incluso evitar que se expresen esas enfermedades.