En medicina existen muchas especialidades y dentro de la medicina interna se encuentra la hematología, una especialidad que no es del conocimiento de todas las personas, y muchas veces es por este desconocimiento que cuando acuden al especialista se encuentran llenos de miedo y dudas, las personas que conocen un poco el trabajo que se realiza en esta especialidad suelen relacionarla con el manejo de la anemia, pero no es la única enfermedad que tratamos.

La hematología es una especialidad muy compleja que con bastante frecuencia sirve de apoyo a muchas otras especialidades, en algún momento dado la mayoría de las especialidades se relacionan con la hematología por algún cambio detectado en los valores de la sangre.

 Síntomas comunes como un dolor de espalda, moretones, aparición de un ganglio, sudor nocturno, o sensación de cansancio pueden esconder problemas graves cuando existe alguna alteración en el hemograma.

¿Quiénes consultan con un hematólogo?

La mayoría de los pacientes que consultan por primera vez con un hematólogo lo hacen por indicación de su médico tratante, quién en base a los resultados de los exámenes de sangre encuentra alguna anormalidad, o en la historia clínica se sugiere que se tienen alteraciones en el sistema sanguíneo o en el sistema linfático y que es mejor acudir con el especialista.

¿Qué enfermedades diagnostican y tratan los hematólogos?

Entre los problemas más frecuentes tratados por los hematólogos se encuentran:

  • Trastornos de los glóbulos rojos:

Por descenso de glóbulos rojos: anemias, que pueden ser de origen ferropénico (cuando carece de hierro), aplásico (cuando la médula ósea produce muy pocos glóbulos rojos, blancos y plaquetas), hemolítico (cuando los glóbulos rojos se destruyen muy rápido), megaloblástico (presencia de glóbulos rojos muy grandes en la sangre), secundarios a enfermedades crónicas entre muchos otros.

Por exceso de glóbulos rojos: poliglobulias secundarias, policitemia vera.

  • Trastornos de la coagulación:

Trastornos hemorrágicos: púrpura trombocitopénica idiopática (disminución anormal en la cantidad de plaquetas). Hemofilia (hereditario, cuando se producen constantes hemorragias que no pueden detenerse).

Trastornos trombóticos: propensión a la formación de coágulos, dentro de las venas en las piernas (trombosis venosa profunda), en los pulmones (trombo embolia pulmonar) o en el cerebro (Ictus ACV).

Problemas de fertilidad: existen problemas específicos de la coagulación que producen dificultad para el embarazo, o abortos a repetición.

  • Enfermedades oncológicas de la sangre y órganos linfáticos.

Leucemias: Cánceres de la sangre, algunos pueden ser agudos; extremadamente agresivos y mortales, y otras crónicas, desarrollándose en el curso de años.

Mieloma múltiple: Tipo de cáncer especial de las células plasmáticas que afectan por sobre todo los huesos de la columna y los riñones.

Linfomas: tumores de los ganglios, el bazo y el sistema linfático que sirve de conexión entre ellos.

Trasplante de células madre/médula ósea: tipo de tratamiento especial indicado en ciertos problemas hematológicos graves.

”La hematología analiza y estudia las alteraciones de los componentes de la sangre y el sistema linfático”.

“Es el especialista en enfermedades de la sangre. Benignas como anemias, problemas de la coagulación o malignas como leucemias, mielomas y linfomas”

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